lunes, 30 de agosto de 2010

Yo, la olla a presión!
Soy una bomba casera, que explota en sus caras
Sin uranio, ni fisión nuclear...las esquirlas son más bien de hojalata
La realidad esta más que cocida, ella yace en llamas
Mi cuerpo como propelente no hace más que avivarla.
El caucho de la mesura no sirve, ya se ha cedido
Controlar el estallido... bah!, la válvula ya se me ha perdido
Humaredas asfixiantes me inducen a un falso alivio
Se cocina un mini-cataclismo, y al parecer a nadie le importa un comino.
En la anonimidad personal de mi cocina discreta
derrumbo las paredes del búnker, con una grande y pesada maceta
Y mientras camino hacia afuera, en medio de la ensordecedora polvadera
Me río de los secretos, de los susurros y de los chalecos de kevlar.
Busco gasolina de contrabando, a la vuelta de la esquina
del peor octanaje posible, ojalá bien inflamable y corrosiva
para encender así esta llama, inflamaria y abrasiva
y de paso incendiar todo, hasta incluso mi propia vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario